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miércoles, 5 de junio de 2013

Aprendiendo de las derrotas


Aprendiendo de las derrotas


                      No llores mas por esa derrota, aprende a sonreír hasta en tus derrotas porque de ellas algo bueno aprenderá.


“Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos”. 2 Corintios 4:8-9 
No todo en la vida será victoria tras victoria, es necesario también que muchas veces probemos la derrota para darnos cuenta que el sabor de victoria es mejor y más si es al lado de nuestro Dios.
A veces quisiéramos que todo fuera victoria, que todo lo que hagamos siempre nos salga bien y de hecho es uno de nuestros anhelos, pero se nos olvida también que somos humanos imperfectos, que muchas veces tomamos malas decisiones y que cometemos muchos erroreslo cual en ocasiones nos llevaran a una derrota temporal.
Pero aun allí en medio de la derrota se puede aprender. En mi vida no todo ha sido color de rosas, ha habido momentos duros, en donde a solas con Dios he llorado viendo que las cosas no salían como yo quería o como yo pensaba que tenían que ser.
He probado el sabor de la derrota al darme cuenta que áreas de mi vida me eran difíciles de superar, la he probado al tomar decisiones que en mi humanidad creía correctas, pero que bajo la voluntad de Dios no lo eran, he probado la derrota viendo como algunos planes que he tenido no salieron como lo esperaba, pero aun en medio de todo eso, siempre Dios me ha enseñado algo, cosas que he aprendido siendo derrotado y que para la próxima, no volveré a caer en el mismo error.
Y es que tenemos que ser optimistas, tenemos que ver las cosas que nos suceden como una experiencia que nos pueden ayudar a no volver a cometer los mismos errores y a ser mejores personas y mejores cristianos.
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La vida está llena de victorias, pero también de muchas derrotas, pero depende de cada uno de nosotros reciclar lo bueno de cada derrota y sacarle utilidad. Personalmente siempre he creído que Dios permite que pase por momentos duros y de derrota porque quiere capacitarme para ayudar a otra persona que pasara por lo mismo. Entonces he aprendido a ver mis derrotas como un taller de aprendizaje en donde al final siempre hay algo nuevo y bueno que aprender para llevar una palabra a otra persona que la necesitara.
Querido amigo y amiga, si en estos momentos estás pasando por una derrota temporal, déjame aconsejarte a que saques algo bueno de todo eso, examina todo y recicla lo que consideres que te puede ser útil. Tranquilo, el mundo no se acaba, serán más las victorias que vendrán sobre tu vida, que las derrotas que veras, porque tú eres victorioso en el Señor y a pesar que en este momento estas pasando por esa experiencia difícil, al final TODO te ayudara para bien, porque Dios así lo ha prometido.
No llores mas por esa derrota, aprende a sonreír hasta en tus derrotas porque de ellas algo bueno aprenderás, no te permitas que la tristeza se apodere por completo de tu vida, sino que permite que el GOZO DEL SEÑOR sea tu FORTALEZA.
Los grandes hombres de la Biblia también pasaron por derrotas, Abraham, José, Moisés, David nos lo testificaran en el cielo, pero gracias a que supieron sacar algo bueno de todo eso y no quedarse para siempre derrotados, hoy en día podemos leer y hablar de ellos, porque sus nombre figuran en la lista de los hombres de Dios.
Nosotros también podemos figurar en las listas actualizadas de hombres y mujeres de Dios, no rindiéndonos, levantándonos cuantas veces tropecemos e intentándolo diariamente. La victoria es difícil conseguirla sin que antes tuvieran que haber habido derrotas.
Recicla lo bueno de tus derrotas y de ellas crearas nuevas Victorias.

martes, 4 de junio de 2013

ALZA TUS OJOS MAS ALLÁ DE LOS MONTES


ALZA TUS OJOS MAS ALLÁ DE LOS MONTES

Si a causa de situaciones que has vivido en estos días; solo levantabas tus ojos a los montes para ver de dónde venía tu socorro, este es el momento que los levantes más alto

Cuando te ves acorralado por el enemigo llamado deuda, preocupación, enfermedad, destrucción familiar, escases, pobreza; solo te quedan dos opciones: tirarte al piso ante ellos, o clamar en busca de ayuda. Muchas veces sabemos que nos estamos  enfrentando a cosas las cuales no podemos solucionar solos pero tratamos de todas formas de hacerlo a nuestra manera y con nuestras fuerzas llevándonos esto a la destrucción, cansancio y hasta querer dejar de existir.
Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. Salmos 121:1 
Se dice que David pronuncio este salmo en un momento en el cual estaba rodeado de enemigos; tal vez el enemigo te ha rodeado de distintas maneras y quizás no sabes como zafarte de las garras del abatimiento, aflicción, depresión, desanimo, pereza, adulterio etc. Pero déjame decirte que este es el momento más oportuno para que alces tus ojos e invoques la ayuda que viene no de un monte sino del Cielo.
Aunque los hombres te han dado la espalda, aunque la gente se haya burlado de ti , aunque te prometieron y no cumplieron , aunque parezca que nadie viene a ayudarte ; TU SOCORRO VIENE DE JEHOVÁ QUE HIZO LOS CIELOS Y LA TIERRA; ¿será que ese Dios que hizo toda la creación no es poderoso para socorrerte? , La carta de referencia de Dios son los Cielos y la Tierra. Es Dios quien mueve lo que tiene que mover para sacarte de donde estas , es Dios quien da la orden para que tu bendición llegue, es Dios quien te puede socorrer y librarte del enemigo así como lo hizo con David.
Si a causa de situaciones que has vivido en estos días; solo levantabas tus ojos a los montes para ver de dónde venía tu socorro, este es el momento que los levantes más alto o sea a los Cielos porque es de allí que viene tu verdadero Socorro.
Padre Nuestro que estás en los cielos, en este momento oro a ti, levanto mi mirada no a los montes, sino a los cielos porque de ti es que viene mi socorro; gracias te doy porque tú eres quien pelea por mí, eres quien me da la victoria, eres mi Escudo, Mi Bandera, Mi Torre Fuerte; en ti me escondo Dios y gracias te doy por sacarme adelante en el Nombre Poderoso de Jesús. Amén.